Con este contexto podemos decir que ir a manifestaciones feministas o declarase feminista pasa por dos vías: por un lado, nos reconocemos como mujeres y que vivimos en una sociedad patriarcal que ejerce violencia hacia nosotras en todos los contextos de la vida cotidiana (cabe recalcar la interseccionalidad, pues la violencia patriarcal se ve entrelazada con otros tipos de violencias, como el racismo por ejemplo, y que va a tener un impacto diferente en la persona que lo sufre, no puede entenderse de forma separada). Y por otro lado, pasa por poner nuestro cuerpo y nuestra voz en las vías públicas para reclamar y defender nuestros derechos.
Declararse abiertamente feminista es arriesgarse y presentar al mundo tus ideas, además de las vivencias dadas por el patriarcado, porque en muchas ocasiones, dejar entrar el feminismo en tu vida viene de situaciones y violencias vividas, a veces no compartidas, incomprendidas o sin respuesta institucional y/o social. |
Aunque suene repetitivo, el 8M no es un día para felicitar a las mujeres, no elegimos serlo, simplemente, lo somos y por eso vivimos violencias estructurales.