El currículum de Jesús Martín Blanco es una de sus mejores cartas de presentación. En la actualidad es el director general de Discapacidad del Gobierno de España y director general del Real Patronato sobre Discapacidad. Este extremeño de Eljas (Cáceres) a día de hoy es una de las personas claves para la evolución de las políticas y derechos de las personas con discapacidad y otros colectivos en riesgo de exclusión. Martín Blanco se define como un activista de los derechos humanos, feminista, ecologista, un lector empedernido y un viajero incansable según cuenta en sus entrevistas. | El extremeño Jesús Martín Blanco es el director general de Discapacidad del Gobierno de España y director general del Real Patronato sobre Discapacidad. |
A los 14 años se trasladó a estudiar bachillerato a Huesca, fuera de su entorno familiar aprendió a autogestionarse a una edad muy temprana, haciendo un ejercicio de autonomía que no se correspondía con un niño de 14 años. En Huesca, Martín blanco construyó otra familia que le ayudó mucho en aquellos años. "En el internado tuve un buen grupo de amigos con los que conviví con normalidad dentro de mi diferencia corporal con otros cuerpos más estandarizados", comenta Jesús Martín.
"Salir de tu ambiente familiar siempre es difícil con una discapacidad tan visible, en mi pueblo no tenía que explicar nada a nadie. En Huesca fue diferente pero me dio una gran independencia en la calle". Además, "a pesar de ser un tránsito muy abrupto aprendí a convivir los desvelos típicos de un adolescente perfectamente". |
Tras la etapa en Huesca Jesús Martín se trasladó a vivir a Salamanca, allí estudió documentación en la Universidad y se abrió un periodo muy interesante en su vida según sus propias palabras. "En Salamanca estuve viviendo en un centro de acogida de personas con discapacidad, donde conviví con otras personas en circunstancias parecidas a las mías y eso hizo despertar en mi cierto activismo que ya tenía dentro", recalca el director general de Discapacidad.
"Sentía que la justicia social me reclamaba y comencé mi carrera dentro de la sociedad civil". Martín Blanco comenzó trabajando de documentalista en la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), donde estuvo 19 años. Allí fue consciente de "la necesidad de tener unos movimientos sociales proactivos y críticos para mejorar la vida del país". En la CNSE desempeñó diferentes responsabilidades en materia de incidencia política, defensa de derechos, comunicación, relaciones institucionales, gestión de alianzas y dirección de proyectos.
Tras esta experiencia fue elegido Delegado de Derechos Humanos y para la Convención de Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad en el Cermi. "Con mi evolución profesional he logrado poner mi activismo al servicio de la ciudadanía, pudiendo contribuir a la causa de mi vida", señala. "Desde esta posición he podido contribuir a la defensa de lo público, que creo que es lo más justo. Para mí los derechos son una realidad común". |
El día a día de una persona con un cargo de tanta responsabilidad es movido y cambiante. Martín Blanco comienza su tarea a las siete de la mañana, revisión de correos y ajustes de agenda marcan un ritmo frenético de reuniones que cambian con asiduidad, "aquí tenemos una agenda muy viva" enfatiza el director general de Discapacidad. Esta agenda sigue marcada por las continuas revisiones de las normativas creadas por los diferentes ministerios. "Debemos revisar que todo sea accesible y en clave para las personas con discapacidad, es una tarea enorme e importante", según comenta Martín Blanco.
"Que la legislación sea accesible para todos es muy importante, además debemos ejercer cómo nexo entre el poder y la sociedad civil para caminar en una misma dirección". También, "tenemos la enorme responsabilidad de gestionar los Fondos de recuperación, trasformación y resiliencia con el objetivo hacer todo accesible para todos, en democracia hay muchas realidades y hay que atenderlas todas, no dejar fuera a nadie". En este sentido, Martín Blanco comenta que "es importante dar visibilidad y aceptar el reto de la accesibilidad cognitiva, una situación olvidada y que afecta a diferentes colectivos vulnerables".
Estas son las responsabilidades y el día a día de este extremeño del norte de Cáceres, que se ha marcado el difícil reto de que las personas con discapacidad vivan mejor que antes del inicio de su mandato. Hacer que la sociedad tome conciencia de la discapacidad en términos de los derechos humanos y que España sea un lugar mejor para todos.