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El investigador principal del estudio y miembro del equipo interdisciplinar de Convives con Espasticidad, el doctor Sergio Lerma, asegura que “el sensor permite interactuar con un juego, así los niños pueden hacer sus ejercicios mientras juegan y supone un estímulo importante que permite realizar la intervención fuera de ambientes clínicos, como en casa, colegio, con amigos, etc.” Por otro lado, destaca que “los niños que participaron se motivaron mucho por la novedad de poder interactuar con los videojuegos y controlar de forma sencilla las funciones de los mismos. Esta motivación ha demostrado ser un factor clave en los fenómenos de neuroplasticidad y en el aprendizaje de nuevos movimientos.”
Atendiendo a los datos objetivos, tanto las escalas utilizadas para medir el control del niño sobre el movimiento de la cabeza, como los valores relativos al uso de los juegos (puntuación, velocidad de participación y cantidad de ayuda necesaria) mejoraron de forma significativa, tal y como señala Lerma. “Es importante tener en cuenta que los participantes fueron niños con una importante afectación motora, por lo que obtener beneficios en tan sólo 20 sesiones es algo muy relevante desde el punto de vista clínico”, asegura.
Jimena es una de las participantes de la investigación. Ella tenía un bajo control cefálico y de tronco pero “al iniciar sus ejercicios con el Enlaza empezó a moverse mejor y descubrió que podía incorporarse hacia delante”, asegura su madre Carmen Martínez. Para ellas la experiencia ha sido muy gratificante porque, como recuerda Carmen, “jugar es la mejor manera de que los niños aprendan y vean la rehabilitación como un juego que les divierte y les ayuda”. Ahora su deseo es que se desarrollen otros videojuegos “relativamente sencillos para utilizar también en casa”. |
En España hay 81.400 personas con parálisis cerebral, la causa más común de discapacidad física grave de carácter permanente en la infancia. A menudo presentan deterioro de extremidades, tronco y control de la cabeza, lo que afecta a las actividades de su vida diaria, la comunicación, la respiración y la socialización. Sin embargo, la mayoría de los estudios en niños se centran en la evaluación y el tratamiento de las extremidades, siendo escasas las investigaciones que se refieren al tronco y el control de la cabeza.
Jéssica Hernández · +34 617 378 526 · [email protected]