"Que no oiga no significa que no entienda. Si las dos partes hacen por entenderse todo es más fácil". | Por Antonio Olalla La vida de Carmen García-Izquierdo ha estado marcada por el silencio desde los 24 años, edad a la que tuvo su primer hijo y empezó a perder audición progresivamente. Con el segundo hijo perdió la audición en su totalidad y el silencio llegó debido a una enfermedad congénita. "Sabía que podía pasar, los médicos me advirtieron de ello, pero a día de hoy estoy muy orgullosa de mis hijos", declara con gran firmeza esta extremeña de Zalamea de la Serena que reside en Badajoz. |
Su día a día comienza temprano, antes de las 6 de la mañana ella ya está en su puesto de trabajo en una de las lavanderías de la Asociación de la Luz. Allí hace una labor "integral e intensa" cómo ella misma la califica. "Estoy contenta en mi trabajo, me adapté perfectamente a mis compañeros y ellos se comunican bastante bien conmigo, también ayuda que muchos tienen otras discapacidades y están mas concienciados".
"Me divorcié hace 15 años, los años que llevo viviendo en Badajoz. Un tiempo muy productivo en el que gracias a mi tesón y a ser consciente de mi discapacidad he logrado tener la independencia que antes no tenía", cuenta Carmen. Además, "aprender lengua de signos me ha sido de gran ayuda para mi total integración social, uno de los retos a los que nos enfrentamos las personas sordas". |
"El aislamiento no debe ser la solución ni una situación normal", subraya Carmen que pone en relieve el trabajo de las diferentes asociaciones extremeñas con las que ella colabora. Carmen García-Izquierdo es una de las fundadoras de la Asociación de Personas Sordas de Badajoz (ASPESOBA). Ella destaca la labor realizada en el tema educativo y familiar por estas entidades. "La aceptación por parte de las familias y la motivación de las mismas es algo fundamental para el entorno de una persona sorda", enfatiza la fundadora de ASPESOBA. |
Carmen nos cuenta cómo ASPESOBA es "una segunda casa para ella", "he sido tesorera, secretaria, creadora... Es una parte importante de mi vida y aquí puedo ayudar a otras personas que han pasado por una situación similar a la mía". "Estar dentro del mundo asociativo me ha ayudado a aceptarme como una persona sorda y poder vivir feliz dentro de un mundo de silencio".