El tiempo en la escuela fue muy productivo y se realizaron avances para que la colaboración sea más sólida y duradera. Conocimos personalmente al recién nombrado director del centro, Gregorio Etzio Lizárraga, a quien hicimos entrega del material escolar donado por muchos de los colaboradores y amigos que apoyan la labor de Gentinosina en España. |
La construcción de la cocina industrial, además, permitiría ofrecer dos comidas diarias a los alumnos, ya que como nos recordaba el presidente de TSS, Mario Martini, “muchos alumnos llegan muy temprano a la escuela sin desayunar y deben estar sin comer hasta las 12:30 que se les ofrece la comida. Si no tienen una buena alimentación no puede concentrarse ni estudiar, y se hace aún más pesado con el excesivo calor y la humedad propia de Mazatlán”. |
Las cocineras nos contaban cómo muchos días van muy justas de dinero para hacer la compra de suministros, porque, como nos explicaba Cande, “algunos padres y madres no pagan los 10 pesos diarios [algo menos de 50 céntimos] para la comida de sus hijos. Por eso, hay días que no podemos ofrecer comida a los alumnos, ni si quiera a los que sí han pagado su cuota”. Una gran ayuda con la que cuenta esta escuela es el respaldo de los Supermercados Ley que aporta depósitos y descuentos en alimentos.
Esta escuela tiene un programa educativo de tiempo completo, es decir de 8:00 a 16:30, con una hora para la comida. No es algo muy común en las escuelas mexicanas que suelen ser de 4 horas lectivas. Es por eso que algunos alumnos viven a más de dos horas del barrio donde se ubica la escuela y se trasladan cada día hasta allí por tener un sistema educativo de mayor calidad. “Utilizamos la observación como herramienta de trabajo y nos apoyamos unos profesores a otros para ver qué aspectos se pueden mejorar”, apunta Santillán. |