Juan García nació hace casi 23 años en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, con poco más de cinco meses y medio de gestación. Apenas llegó al kilo de peso y los médicos advirtieron a sus padres que "sería muy difícil que sobreviviera". Hoy Juan, que vive en el pequeño pueblo cacereño de Palomero, está preparando las maletas para ir de Erasmus universitario a la ciudad francesa de Rennes. Juan está cursando el último año de filología francesa y aspira a vivir algunos años en Francia cómo profesor. |
"Ser adolescente y tener una discapacidad no es fácil; por ejemplo, ves a tus amigos que tontean con las chicas y te das cuenta que por tu físico eres la persona en el que nadie se fija", reconoce Juan. “Fuera del pueblo, como la gente no me conocía, veía esa dificultad para hacer amigos. A la gente le cuesta acercarse con naturalidad a una persona con discapacidad. En el pueblo es diferente, aquí todo el mundo me conoce desde que nací y soy aceptado sin más”, añade el joven.Juan vive en un pequeño pueblo de la provincia de Cáceres, Palomero, situado en la montañosa comarca de Granadilla, que tiene poco menos de 400 habitantes. "La vida aquí es muy tranquila, mientras que espero a que llegué septiembre y marche a estudiar a Francia, ayudo a mi madre como puedo en el pequeño huerto familiar, algún paseo y estar con mis padres en el bar que regentan en el pueblo. Una vida rural en toda regla, aunque yo soy de ciudad", cuenta entre risas Juan.
Erasmus en Francia Consciente de sus limitaciones físicas, Juan ha luchado toda su vida para potenciar sus capacidades y tener una vida plena, tanto en lo laboral como en lo personal. “Me considero una persona aventurera y lanzada a pesar de ser un poco tímido. Si tienes una discapacidad como la mía tienes dos opciones: quedarte encerrado en casa llorando o salir a luchar y a vivir, levantándome cada vez que me caiga y superando las adversidades,” de esta manera resumen su existencia Juan |
Entre las preocupaciones de Juan se encuentran las médicas. "Necesito sesiones de fisioterapia a menudo y algunas medicinas de forma frecuente y todavía no sé donde las conseguiré, pero de alguna manera lo solucionaré". Un año fuera de la zona de confort no será fácil pero Juan ya ha viajado solo más veces a Francia y ha vivido de forma autónoma en un piso adaptado en Cáceres, dentro del campus universitario.
En relación a esto Juan explica que "me preocupan mis problemas de orientación provocados por la discapacidad, pero preguntaré a la gente y tiraré de GPSD; no es la primera vez que voy a Francia solo, ya estuve en un campamento de verano en Burdeos".
Y es que la pasión por Francia le viene a Juan de lejos. "En el colegio tuve un profesor que me hizo amar el francés e interesarme por Francia y su cultura por eso decidí estudiar filología francesa. Necesito este año para perfeccionar mi francés para el futuro, aquí he recibido buenas clases, pero no es suficiente para tener un nivel óptimo y ver el nivel real que tengo".
Y es que según nos cuenta el propio Juan en un futuro le gustaría vivir un tiempo en Francia, ejerciendo de profesor y si es posible en una ciudad pequeña o mediana cómo Rennes, "no me gustan las grandes urbes", añade Juan. "me encuentro muy motivado ante este reto, las personas con discapacidad tenemos una fuerza de superación que muchas veces es superior a las que no tienen discapacidad debido a nuestras circunstancias físicas. Será difícil pero estoy seguro que será una gran experiencia vital". |